2. El alano español (Proyecto actual)
En la década de los 80 arranca el Proyecto “Alano Español”, tal y como se conoce hoy en día, que ostenta el honor de haber atrapado a los últimos grandes ejemplares de perros alanos que fueron relegándose de toda España, hasta el norte peninsular, en la ganadera y valiente comarca de Las Encartaciones.
2.1 Herencia genética: Instintos y temperamento.
Los ganaderos encartados nunca permitieron que sus chatos y lebreles de presa se soltaran de las orejas de su bravo ganado autóctono, y a ellos les debemos agradecer eternamente el hecho de haber conservado las virtudes del viejo perro alano, cuando en el resto de latitudes iba mestizándose o simplemente desapareciendo poco a poco, después de la guerra civil española. Pero no sólo eso, es preciso entender que más allá de mantener las viejas genéticas que nos conectan con el mito medieval, aún van más allá: exprimen en una última y depurada criba durante varias décadas, con el tamiz de una raza de trabajo, y en el más exigente de los bancos de pruebas: el agarre de ganado bravo. Por los valles y montes de bosque del vértice de Cantabria, Burgos, y Álava, corren semi-salvajes monchinos y tudancos, que no permiten otra forma de manejo y captura, debido a las condiciones del terreno por un lado, y sobre todo a lo díscolo de su temperamento, que no acepta el acuerdo para rendir su libertad. No es otro el motivo por el que se utiliza el método tradicional, generación tras generación de vaqueros, hasta la década de los 90.
Bien es cierto que los cazadores siempre han acudido al stock de los ganaderos encartados para proveerse de sus mejores perros de agarre de jabalí, siendo utilizados en un tipo de montería también tradicional, a perro y cuchillo, pero la crianza y selección de ambos es bien distinta, y se impone, por muchos motivos, la del bueyero.
Las cualidades para ser un perro ganadero titular, elevan al perro de presa a zona sobresaliente, es decir, a un valiente perro de combate, con la mayor capacidad de presa, se le suman cualidades más propias de otras razas: sociabilidad con otros perros, inteligencia sobresaliente para comprender situaciones y obedecer al guía entre altas dosis de adrenalina, equilibrio psicológico para retornar a la calma atenta una vez controlada la res… y un largo y complejo eccétara, ya que el agarre no finaliza con la muerte como sí sucede en la montería con el mortal jabalí. Todo este complejo equilibrio no abunda en otras razas de presa, ni se logra enfundar en la genética en unos pocos cruces, sino que es el largo trabajo de décadas de selección radical y sin concesiones, el que lo consigue. Este es el principal tesoro de nuestro alano español, y ese es uno de nuestros objetivos principales:
- Conocer concienzudamente las virtudes necesarias que certifican al perro de toros.
- Crear la herramienta o herramientas que midan tales parámetros, no sólo para el agarre, sino para la suelta.
- Destacar las pruebas alcanzadas por cada ejemplar en nuestros pedigrís.
2.2 Los tipos:
En el aspecto morfológico, el Proyecto del Alano español se enfrenta a un dilema, con dos posibilidades:
- Redactar un estándar en el que quepan todos: chatos y monteros con todos sus sub-tipos intermedios.
- Crear un estándar para cada uno de los tipos tradicionales clásicos.
Desde este punto de vista, en esa década de los 80 se localizan ejemplares válidos para el agarre que van desde un tipo como Txakur, de gran sustancia y braquicefalia, hasta otros de menor cubicaje, como Limón o Navarro, y con un índice cráneo encefálico menor, o menos chatos. Además, la perra que se introduce desde Extremadura: Loli, posee una estructura osea más ligera y corredora, con lo cual, todos los tipos vuelven a mezclarse, como vino ocurriendo desde la antigüedad.
Llegados a este momento, en el año 1990 se redacta y publica en el BOE, https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-2004-5652 el primer estándar de la nueva época, tendiendo a un alano intermedio, centrado en esos ejes descritos, aunque con una permisibilidad amplia. Cuatro años más tarde, en el 1.994 la RSCE decide reconocer oficialmente que el alano español no está extinguido de nuestra cinofilia y publica el actual estándar oficial, http://www.rsce.es/web/index.php?Itemid=289&id=273&option=com_content&task=view más conciso que el publicado en el BOE. El Club pionero GAPAE, se había disuelto y de su escisión Sur, surge un nuevo Club, cuyos socios fundadores dan paso a otros nobeles, sin experiencia, que inician una organización que no integra a todos los alaneros, y que selecciona un nuevo tipo carente de funcionalidad y atavismo, hasta que en el año 2014, decidimos crear el CLUB DEL ALANO ESPAÑOL, cuyas causas, motivaciones, y objetivos serán explicados en profundidad más tarde.
2.3 Funcionalidades.
Ya hemos visto que el stock original de este proyecto es de oficio ganadero, con salidas tradicionales de perro montero, pero con un temperamento e instintos que le dotan para muchas tareas aún por desarrollar. Como perro de utilidad, una vez abierta la puerta del adiestramiento deportivo, en el RCI se constatan grandes posibilidades en las áreas de obediencia, rastro y defensa, para aficionados a los perros de presa, que les apasione el mundo del trabajo, pero no necesariamente con perros de pastor. Las facultades físicas a la que hay que llegar para competir y ganar en pruebas de Canicross, deja muy alto también el pabellón deportivo, y desde ese punto, podemos estar bien orgullosos de ofrecer a la cinofilia internacional el espíritu de aquella generación bullenbeisser, pero con sabor español. Un perro de familia cuya versatilidad y gran calidad psicológica y temperamental, está al alcance de muy pocos ejemplares en otras razas. En función de cómo avancemos en estas áreas, y en las manos de quien caigan los ejemplares mejor dotados, podemos comenzar a pensar incluso en la cúspide de la utilidad, los perros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Desde la detección de drogas o explosivos hasta la intervención policial.